El Grupo Legislativo del PRI, a través del Diputado Julio Cantú González, presentó una iniciativa de reforma a la Ley que crea el Instituto de Control Vehicular del Estado para que las multas por manejar bajo los efectos del alcohol o por utilizar algún aparato de comunicación, sean aplicadas al conductor y no al propietario del vehículo.
Al presentar la propuesta para modificar el artículo 32 de la Ley en mención, el legislador precisó que, además, se busca evitar que los infractores, en esos casos, puedan manejar otros automotores, hasta en tanto no cumplan con el pago de las multas correspondientes.
El representante del Distrito 22 puntualizó que las infracciones siempre se adjudican al dueño del vehículo, sin embargo, en ocasiones éste no va conduciendo el carro y se aplican multas graves que él no cometió.
“En los casos de las multas impuestas por la conducción de un vehículo en estado voluntario de intoxicación, suelen ser demasiado cuantiosas y, sin duda, deben de ir a la licencia de la persona que en ese momento se encontraba manejando el vehículo, eliminando la posibilidad de que el dueño del automóvil, si no lo iba manejando, pueda ser responsable solidario”, planteó Cantú González.
“También estoy solicitando que las autoridades estatales y municipales tomen las medidas necesarias, de acuerdo a la ley, para evitar que el titular de la licencia continúe conduciendo, hasta en tanto no cumpla con el pago de la infracción correspondiente, aún y en el caso de que dichas personas cuenten con otra licencia de conducir expedida por la dependencia u organismo público competente en el Estado u otra autoridad”, agregó.
Cantú González aseveró que la iniciativa de reforma también tiene la intención de que los vehículos tengan todos los documentos en orden, sin multas o adeudos pendientes de ningún tipo, y con ello brindar tranquilidad a los compradores.
“El hecho de que un vehículo cuente con infracciones no representa una limitante para llevar a cabo operaciones de compra – venta o cambio de propietario. Lo que genera, en muchos de los casos, es que los compradores de vehículos usados se lleven sorpresas una vez adquirido el vehículo al encontrar multas o adeudos pendientes que ahora les corresponde pagar”, refirió